La mejor forma de consentir a la familia de una manera deliciosa y sencilla.
Según la leyenda en México, tenemos el cacao gracias a Quetzalcóatl, quien le dio a los toltecas los granos del cacao para que el pueblo tuviera una buena alimentación y se convirtieran en seres sabios, estudiosos, artistas y artesanos.
De hecho, el pequeño árbol de cacao fue robado por Quetzalcóaltl del paraíso donde vivían los dioses, y le pidió ayuda a Tláloc para que enviara lluvia y pudiera crecer.
Acto seguido, fue con Xochiquetzal, diosa del amor y la belleza, a quien pidió le diera al árbol hermosas flores. Con el tiempo la planta floreció y dio los frutos de cacao.
Criollo: representa solo el 10% de la producción mundial, razón por la que es reservado para los chocolates más finos.
Forastero: es la planta que se utiliza con mayor frecuencia para hacer el chocolate que consumimos, representando el 70% de la producción mundial de cacao.
Trinitario: es el resultado de la mezcla entre el forastero y el criollo, al tratar de combinar la resistencia del cacao forastero con el aroma y sabor del criollo.