Los orzuelos son dolorosos y realmente incómodos. Te decimos por qué aparecen, cómo eliminarlos y también evitarlos.
Los orzuelos (también conocidos como perrillas) son pequeñas protuberancias rojizas que aparecen en los párpados, muy parecidas a los granos o espinillas, pues tienen pus y causan mucho dolor.
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Tipos de orzuelos: interno y externo. (Foto: Getty Imasges)
Esto se debe a una obstrucción en las glándulas sebáceas que permite que las bacterias, como el estafilococo, se multipliquen, ocasionando estas protuberancias.
Existen dos tipos de orzuelos: los que brotan en la base de las pestañas y los que se encuentran en el interior del párpado:
Sus síntomas son hinchazón en los párpados, lagrimeo constante, sensibilidad, enrojecimiento y dolor en el borde del párpado, punto amarillento en la zona inflamada (pus) y sensación de tener una basurita en el ojo.
En el caso de los orzuelos internos, los síntomas pueden estar acompañados de fiebre o escalofríos.
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Aunque estos suelen desaparecer solitos con el paso de 4 o 5 días, estos resultan muy incómodos, y se puede acelerar el proceso de maduración:
Aplica un paño tibio sobre el ojo cerrado durante unos 5 o 10 minutos varias veces al día para que madure, se rompa y drene la pus.
Si no funciona y el orzuelo persiste, tendrás que asistir con un especialista para que lo drene.
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