Amada por muchos y no tan apreciada por todos: la cerveza de barril es parte de nuestra historia desde hace muchos siglos.
El 6 de agosto celebramos a la cerveza de barril, una bebida amada por muchos. Y, hoy que es viernes, se antoja un tarro frío, escarchado, en michelada o cubano. Porque a la cerveza, es difícil hacerle el feo, la realidad.
Y para festejarla, queremos compartir contigo 10 datos curiosos de esta bebida de malta, para que te vuelvas todo un experto en el tema.
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Según datos históricos, el nombre de la cerveza proviene de la diosa Ceres, deidad dispensadora de la fecundidad, protectora de la agricultura y los granos sagrados.
Cebada. (Foto: Getty Images)
En la antigua Babilonia se veneraba a la cerveza de un modo bastante peculiar: era tan sagrada que, si en su elaboración algo salía mal y se producía de mala calidad, castigaban al responsable ahogándolo en su propio barril de cerveza.
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Los obreros egipcios encargados de la construcción de las pirámides recibían como parte de su pago una dote de cerveza. ¿Todavía estarán contratando?
Cerveza de barril (Foto: Getty Images)
Los vikingos creían en Valhalla, un paraíso que los esperaba tras la muerte. En este, habitaba una cabra gigante que les suministraba cerveza, ¡por toda la eternidad!
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Hay una creencia errónea de que la cerveza no es tan buena si tiene mucha espuma, ¡pero todo lo contrario! Expertos señalan que la espuma abundante es signo de una buena cerveza, y que esta no debería desaparecer en ningún momento, ni al terminar el vaso.
(Foto: Getty Images)
Es importante que sepas que más del 80% de la cerveza está compuesta por agua, por lo que su sabor depende mucho de la calidad del agua que se utiliza para elaborarla.
Es mas: durante la Edad Media, debido a la escasez del agua potable, un gran porcentaje de población bebía cerveza en lugar de agua porque el alcohol aseguraba la potabilidad de la bebida.
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Sí, a los hombres les encanta la cerveza, y actualmente son los que más la beben. Pero antes, las mujeres eran las expertas en esta bebida, tanto para elaborarla como para beberla, pues durante el siglo XIX se creía que su consumo era beneficioso para la lactancia materna.
(Foto: Getty Images)
Vale la pena brindar con cerveza, ¡eso sí, con moderación! Pues al hacerlo, obtienes ciertos beneficios para la salud:
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En sus orígenes, la cerveza se preparaba con harina de cereal fermentada de la misma forma que el pan, y la diferencia radicaba en la proporción de agua:
Si había más harina que agua, se hacía pan, pero si había más agua que harina, preparaban cerveza.
El nombre que usaban para denominar a la cerveza era “pan líquido”. ¿Qué te parece?
Pan (Foto: Getty Images)
Gracias a los activos de levadura y cebada, la cerveza aporta una gran cantidad de minerales que refuerzan la queratina e hidratan el cabello, otorgándole un brillo espectacular.
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