Las cebollas son maravillosas en la cocina, pero también las puedes utilizar de diferentes modos. Te compartimos estos útiles tips.
Las cebollas son un alimento básico en la cocina: sirven para sazonar una sopa o guisado, para echarla picadita en nuestros taquitos y también son el ingrediente base de algunos platillos (como la sopa de cebolla o el pescado encebollado).
¿Pero sabías que las cebollas sirven para muchísimas más cosas? Aquí te decimos cómo puedes aprovecharlas al máximo:
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Elimina la tos con el jugo de una cebolla mezclado con un poco de miel de abeja. La cebolla es un excelente expectorante que te ayudará a aliviar la inflamación de las vías respiratorias y a sacar las flemas.
Para quitar el típico picor de la cebolla cruda, ponla en un recipiente con agua tibia y unas gotas de limón y déjala reposar por unos minutos.
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Contrarresta el malestar que se siente después de una comida muy grasosa o abundante comiendo una cucharada de cebolla cocida.
Esto puede ser muy útil para después de cenar y antes de ir a dormir, evitando la molesta pesadez nocturna.
Las cebollas son muy efectivas para combatir este problema cutáneo. Pica una cebolla y extrae todo lo posible su jugo. Aplica en la parte afectada y deja reposar por 15 minutos.
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Según una investigación de la Universidad de Tufts, en Boston, E.U., comer la mitad de una cebolla mediana es suficiente para reducir el colesterol malo y elevar el bueno.
Para eliminar el molesto olor a cebolla de tus manos después de cortarla, sólo unta un poco de vinagre en tus dedos antes y después de partirla.
Si eres de las personas que no puede evitar llorar al cortar una cebolla, métela en el congelador unos minutos antes de partirla. Verás que ya no volverás a sufrir.
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