Actualmente, y desde hace ya varios años, las dietas bajas en carbohidratos se han convertido en una de las opciones más populares para bajar de peso.
Los detalles de lo que está permitido, y lo que no, varían bastante de una dieta a otra, y la cantidad de carbohidratos también difiere.
Con mucha frecuencia, estas dietas contienen platos con diferentes proteínas, como tocino, carne, huevos y queso. Debido al alto contenido de grasas saturadas en estas dietas, los médicos y nutricionistas están preocupados por su posible efecto adverso sobre las enfermedades cardiovasculares.
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Dietas bajas en carbohidratos y el peligro del contenido de grasas saturadas
carbohidratos (Foto: Getty Images)
La American Heart Association recomienda apuntar a unos 13 gramos de grasa saturada, que es aproximadamente el 6% de una dieta de 2000 calorías.
Recientemente, un nuevo estudio publicado en el American Journal of Clinical Nutrition sugiere que, al menos a corto plazo. una dieta baja en carbohidratos con una mayor cantidad de grasas saturadas podría ser saludable para el corazón.
¿Pero, es tan simple? Los 164 participantes del estudio (con sobrepeso y obesidad) fueron asignados al azar a una de las 3 dietas que contienen diferentes proporciones de carbohidratos y grasas.
El contenido de proteínas se mantuvo igual (en un 20%) para todos.
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LAS DIETAS FUERON:
- Carbohidratos bajos (20%), grasas altas (60%), grasas saturadas que comprenden el 21% de las calorías: esto se asemeja a una dieta típica baja en carbohidratos y tiene muchas más grasas saturadas de lo recomendado.
- Hidratos de carbono moderados (40%), grasas moderadas (40%), grasas saturadas que constituyen el 14% de las calorías: esto no está lejos de la dieta típica estadounidense de 50% de carbohidratos y 33% de grasas, y es bastante similar a una dieta mediterránea típica, que es ligeramente más bajo en carbohidratos y más alto en grasas que una dieta estadounidense.
- Alta en carbohidratos (60%), baja en grasas (20%), grasa saturada que comprende el 7% de las calorías: estos cumple con la recomendación de las pautas dietéticas para estadounidenses y es una dieta típica alta en carbohidratos, que incluye una gran cantidad de granos, vegetales con almidón, y frutas o jugos.
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RESULTADOS
(Foto: Cortesía)
Los investigadores encontraron que al final de comer estas dietas durante 5 meses, los participantes en cada uno de los 3 grupos tenían valores similares de marcadores de enfermedades cardiovasculares, como la puntuación LIPR, y los niveles de colesterol en la sangre.
Lamentablemente, los que consumían la dieta baja en carbohidratos no se sentían satisfechos con los alimentos que se les ofrecieron, y los que consumían las dietas altas en carbohidratos no bebían refrescos.
Las 3 dietas eran ricas en alimentos vegetales y bajas en alimentos altamente procesados.
Incluso el grupo bajo en carbohidratos estaba comiendo lentejas, una buena cantidad de verduras y bastantes nueces.
De hecho, las dos dietas con cantidades superiores a las recomendadas de grasas saturadas también tenían alto contenido de grasas poliinsaturadas y monoinsaturadas saludables.
Por ejemplo, las dietas contenían una combinación de mayores cantidades de opciones saludables y una pequea cantidad de opciones no saludables.
Además, la ingesta de fibra fue ligeramente más alta que la ingesta estadounidense promedio.
En general, a excepción de que las grasas saturadas son más altas de lo recomendado, la dieta en su conjunto fue bastante saludable.
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¿Cuál es la recomendación?
(Foto: Getty Images)
Esforzarse por una dieta basada en plantas con grasas saturadas limitadas al 7% de las calorías totales sigue siendo un objetivo ideal.
Pero para las personas que eligen una dieta baja en carbohidratos y alta en grasas para impulsar la pérdida de peso, mantener las grasas saturadas tan bajas, incluso durante unos meses, es un desafío.
Este estudio al menos proporciona alguna evidencia de que las cantidades más altas de grasas saturadas en el contexto de una dieta saludable no parece afectar negativamente a ciertos marcadores de riesgo cardiovascular a corto plazo.
Se desconoce cómo afectaría a la enfermedad real, como un ataque cardiaco, un accidente cerebrovascular y la diabetes a largo plazo.
Sin embargo, existe una amplia evidencia que muestra que una dieta que consiste en alimentos saludables y tiene cantidades moderadas de carbohidratos y grasas puede reducir el riesgo de estas enfermedades.