México está lleno de sabores dulces, salados y, nuestros favoritos: los picantes. Y si en algo se distingue nuestra gastronomía, es en la gran variedad de chiles que tenemos. El chile morita es uno de ellos y hoy vas a aprender a preparar unas ricas salsas con su sabor.

Así que, toma nota y aprende a preparar estas salsas de chile moritas que combinarán muy bien con tus comidas. 

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Chile morita: lo que debes saber

• Este chile es originario de México, y se cultiva en tierras templadas y calientes. En Veracruz, Puebla y la Ciudad de México es muy popular. 
• El morita es uno de esos chiles secos que vas a encontrar en montoncitos en los puestos del mercado y, de hecho, puedes detectarlos por su aroma fuerte pero agradable.
• Al igual que el mora y el chipotle, el morita es un chile jalapeño seco y en ocasiones, ahumado. Sin embargo, cada uno tiene peculiaridades en su sabor.
• Para que los distingas de estos, el chile morita es más oscuro (rojo, casi morado) y mide aproximadamente 4 centímetros; es decir, es más pequeño (poco menos de lo que mide un dedo meñique convencional). 
• Su sabor es dulce; sin embargo, se ocupa para hacer platillos picantes. 
• Además de preparar salsas, se utiliza para elaborar adobos y moles. También puede utilizarse picado o entero para darle sabor a diversos caldos. 
• Sus salsas pueden servir para formar parte de guisados, para bañar piezas de pollo, cerdo o res. O si prefieres, para salsa de centro de mesa, que le dará sabor a unos ricos tacos o cualquier tipo de garnacha.

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Propiedades

• Son ricos en vitaminas A y C, necesarias para combatir resfriados.
• Sus componentes previenen el envejecimiento prematuro
• Mejoran el proceso digestivo y evitan problemas estomacales.
• Ayuda a bajar los niveles de colesterol malo en la sangre
• Es famoso por ser un efectivo anticoagulante.
• Además, se considera un excelente antiinflamatorio y analgésico.
• También es muy beneficioso para la piel, siempre y cuando se consuma con medida.

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Diferencias entre el chipotle y el chile morita

Muchas personas suelen confundir estos chiles, especialmente porque proceden del mismo chile: el jalapeño. Pero aquí te decimos cuáles son sus diferencias más importantes.

• Para que un jalapeño se vuelva chipotle, este tiene que ser primeramente morita; es decir, este último es una parte del proceso de secado para que el jalapeño se vuelva finalmente un chipotle. Esto quiere decir que, si no cuentas con moritas para preparar un platillo, puedes usar chipotles sin problema (o viseversa). Eso sí, cambiará ligeramente el sabor. 
• El chipotle es un chile que va aderezado, por eso tiene un sabor más dulce y acentuado.
• El morita, además, suele ser un poco más pequeño que el chipotle. Esto se debe a que, al no entrar en más procesos, durante el secado se contrae un poco más, y el chipotle es más extendido.