Nada tan práctico y saludable como el pollo. Si estás buscando cuidar de tu salud y de tu familia, estamos seguros que estas 10 recetas saludables con pollo te van a encantar.

Estas recetas combinan ingredientes y sabores perfectos para que tu familia las disfrute mucho mientras se alimenta de forma más saludable. Sin duda, vas a incluir todas en tu recetario.

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Tips para cocinar como profesional estas recetas saludables con pollo

Mételo en el refrigerador

Después de comprarlo, guárdalo en el refrigerador para evitar que desarrolle malos olores y bacterias dañinas. Si vas a cocinarlo el mismo día de compra, procura que sea lo más pronto posible.

Retira el exceso de agua

Después de lavarlo, límpialo a la perfección con un poco de papel. Así lograras una piel crujiente y una piel suavice.

Marínalo

El pollo es una carne que necesita un valor agregado para que tenga sabor, pues suele ser simple. Basta con que lo bañes en una mezcla de hierbas aromáticas o jugo de cítricos.

Fíjate en su color

Tenemos el vicio de voltear el pollo varias veces mientras está en la plancha. Sin embargo, lo mejor es fijarse cuando cambie de color para voltearlo. Así evitarás que se caiga el empanizado o que quede crudo.

Aceite a buena temperatura

En ocasiones, y por las prisas, metemos el pollo antes de que el aceite alcance su temperatura ideal. Para que tu pollo quede con buena textura, espera a que el aceite esté muy caliente. El pollo debe alcanzar los 75º C de cocción. Esto también evitará riesgos de salud.

El secreto: aceite de oliva

Cocinar tu pollo con aceite de oliva es sumamente recomendable, ya que puede absorber sus propiedades saludables.

Déjalo reposar

Permite que la carne concentre de forma natural los jugos en su interior, por lo que te sugerimos esperar antes de cortarlo.

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Otros tips rápidos

Para que tus recetas saludables con pollo queden excelentes, también puedes aplicar en tu cocina los siguientes tips:

• Remójalo en agua salada para mantenerlo hidratado antes de cocerlo. No olvides retirar la humedad.
• Puedes ablandarlo marinándolo en yogur natural.
• Frótalo con mayonesa antes de cocinar. Lograrás un antojable color dorado.
• Evita que se reseque colocando papel pergamino sobre las piezas antes de asarlas.
• Para una consistencia más crujiente, utiliza un poco de sal y bicarbonato. Unta un poco de mezcla antes de freír.

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