Para saborear al máximo un gran plato de pozole rojo de puerco debes de prepararlo con lechuga, rábanos, orégano molido, rebanadas de aguacate, trozos pequeños de cebolla y para acompañar, tostadas con crema.
Ahora te toca a ti preparar este platillo típico mexicano. Al seguir nuestra receta te quedará mucho más rico que a tu abuelita o mamá.
Según información del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, el pozole data desde la época prehispánica. Se trataba de una comida ritual que entre sus ingredientes se encontraba la carne de los prisioneros de guerra.
Con la llegada de los conquistadores españoles, el pozole dejó de ser un platillo ritual, pero siguió siendo importante en las celebraciones populares. La carne humana fue prohibida y se empezó a usar carne de puerco, guajolote y pollo.
Podemos encontrar casi 20 versiones de este platillo en todo México. La base de todos es prácticamente la misma: preparar un caldo con maíz cacahuacintle, hervir otro rato con carne o sustituto, a veces pintarlo con chile guajillo o ancho y aderezarlo con muchas cosas, desde cebolla y lechuga o col hasta chicharrón, huevo y sardinas.
Pozole significa espuma en náhuatl. Esto se debe a que, al prepararlo, los granos del maíz se abren de modo que parecen espuma cuando comienzan a hervir.
La base del pozole es el cacahuacintle. Estos granos son precocidos en una solución ligera de agua con hidróxido de calcio (cal). A este proceso se le conoce como nixtamalización (el mismo proceso utilizado para elaborar la tortilla).
¡Buen provecho! Conoce más recetas de pozole en Cocina Fácil